Porque el mundo cambi . Y sigue cambiando. Porque el dolor cambi . Y duele igual que siempre, pero con causas nuevas y cada d a m s perversas. Porque crecen el hambre y la sed de compasi n, de consuelo, de amor y compa a. Por eso es necesario volver a pensar la misi n. Y por muchas razones m s. Porque no es justo responder con f rmulas gastadas a los desaf os que nos propone un Dios creativo. Porque cada generaci n de cristianos tiene el deber de actualizar los modos de su fidelidad al llamado de Jes s. Porque est n cambiando los idiomas, los c digos y las preguntas que el pr jimo nos hace. Porque tenemos un camino andado, del cual es obligaci n aprender, para persistir, pero tambi n para rectificar. Y sobre todo, porque existe un pueblo incre blemente valioso, amado y amoroso, deseoso de obedecer a Dios, y capaz de curar heridas y de bendecir todav a al mundo de muchas y renovadas maneras. Por todo eso celebramos que aparezcan estos textos. Pensados y pulidos durante a os por Ren Padilla, un reconocido te logo y querido maestro que sigue inspirando a una generaci n tras otra. Deseamos que el Se or bendiga y multiplique esta semilla. Que las ideas presentadas, y las preguntas que se ofrecen para alentar la reflexi n, resulten en un crecimiento sano y genuino de iglesias y grupos, y de cada coraz n honesto en busca de respuestas.
La Biblia tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento nos muestra que uno de los medios que Dios utiliza con mayor frecuencia para comunicarse con los seres humanos son los sue os. Durante las horas de sue o, nuestras funciones biol gicas se desaceleran, el metabolismo disminuye y el aparato ps quico baja los mecanismos de defensa de la vigilia y su control sobre el inconsciente. Sigmund Freud comparaba el sue o con una ciudad de noche en la que hay menor cantidad de guardias controlando, y que nuestro inconsciente logra filtrarse al consciente a trav s de los sue os expres ndose en forma de im genes simb licas, utilizando para ello el material aportado por los recuerdos y las im genes del d a. Esa es una oportunidad especial que Dios aprovecha para hablarnos. Dios se manifiesta de noche principalmente a trav s de los sue os (aunque tambi n lo hace por otras v as); pero ellos tienen un lenguaje que debemos aprender y, para ello, tenemos que dejar que el Esp ritu Santo nos instruya para comprender los c digos de esta comunicaci n. Esta obra nos permite rescatar la s lida base b blica que presenta para afirmar que Dios nos habla a trav s de los sue os, la seriedad cient fica demostrada en el di logo con autores que han explorado el lugar que ocupan los sue os en la experiencia humana, la ayuda pr ctica para quienes est n dispuestos a escuchar lo que Dios quiere decirles a trav s de los sue os, un tema que no ha recibido mayor atenci n por parte de quienes profesamos la fe cristiana.
Ama tu alma es un libro que nos ayuda a recuperar la dimensi n verdadera del alma. Nuestra concepci n del alma es generalmente muy restringida: la limitamos a un concepto racional y al campo de las emociones. El Dr. Ricardo Zandrino nos lleva a conocerla con m s profundidad. El alma es el tema central del libro. De hecho, se constituye en un aporte significativo para el lector, pues en nuestro mundo el lenguaje del placer, el dinero y el poder es tan fuerte que no logramos escuchar a nuestra alma. El autor nos introduce poco a poco en lo que significa conocer el alma amplia y profundamente. Desde el primer cap tulo muestra la relaci n que hay entre Dios, nuestro ser y nuestra alma, y la importancia de lograr que esa relaci n sea realmente amorosa. Muestra, adem s, otras relaciones que el alma tiene con nuestro ser en reas tales como la sexualidad, el sufrimiento y la creatividad de la vida. En otras palabras, nos invita a integrar con el alma todo nuestro ser, incluyendo nuestra relaci n con Dios, con nosotros mismos, con nuestro pr jimo y con nuestro entorno. Adem s del aporte que el autor hace por el solo hecho de plantearnos el tema, otro aporte valioso consiste en su acercamiento al mismo. Tanto su formaci n y experiencia profesional como su formaci n teol gica y su experiencia pastoral son aportes valios simos para el lector. A lo largo de todo el libro mantiene el equilibrio entre el aporte te rico profesional, el aporte b blico-teol gico y el aporte pastoral. A todo esto se suma otro importante aporte: el pedag gico, que se expresa en t rminos de ejemplos, experiencias y relatos que facilitan la comprensi n del texto. La conjunci n del tema y el enfoque del mismo ayuda al lector a trascender la mera informaci n. Le lleva a revisar sus conceptos y/o preconceptos, le invita a anhelar conocer m s su alma; en fin, le desaf a a cultivar una relaci n m s profunda con Dios, con el pr jimo, con su contexto de vida y consigo mismo.
La Biblia promete la renovaci n de toda la creaci n - un nuevo cielo y la tierra - basado en la encarnaci n, vida, muerte y resurrecci n de Jesucristo. Durante siglos esta promesa ha sido dejada de lado o mal entendida debido al fracaso de la iglesia para captar el sentido profundo de las ense anzas b blicas sobre la creaci n y la nueva creaci n. La Biblia cuenta la historia de la relaci n rota y restaurada entre Dios, las personas y la tierra, no s lo Dios y el pueblo. Este es el evangelio completo, y tiene el poder de curar el largo divorcio teol gico entre la tierra y el cielo. La resurrecci n de Jes s por el poder del Esp ritu Santo es la clave, y la iglesia como cuerpo de Cristo es el principal medio por el cual Dios se reconcilia con todas las cosas a trav s de Jesucristo.
El primer prop sito de este libro es animar a levantar la voz y poner as una luz en la oscuridad de las relaciones violentas en la familia. En definitiva, a recuperar la dignidad perdida, la dignidad con que Dios quiso dotarnos en su perfecta creaci n. Un segundo prop sito es mostrar un camino alternativo y m s saludable para las relaciones familiares, sobre todo en lo que hace a la relaci n conyugal, objetivo central del libro. Este libro intenta anunciar que podemos y debemos pretender relaciones familiares m s equitativas y dignas, que nos es posible abrir el camino a un nuevo modelo de relaci n que nos haga m s felices y saludables. Hay otro modo de ser hombres y mujeres Hay otra forma de vivir en familia
En este mismo sentido, esta nueva edici n revisada y ampliada de Rompamos el silencio aspira humildemente a desafiar a la iglesia de Jesucristo, como familia de Dios, a conocer un poco m s sobre la problem tica de la violencia familiar y a comprometerse a vivir y ense ar a vivir las verdades divinas en cuanto a las relaciones familiares. La familia de Dios, sin ser perfecta ni estar exenta de conflictos, es el modelo de vida que Dios propone a sus hijos. Una comunidad espiritual saludable, libre de violencia, es uno de los espacios privilegiados en los que el Padre quiere que la familia humana encuentre alivio, consuelo, nimo, tanto como la sana ense anza que nos capacite para una mejor vida matrimonial y familiar en general.