La Biblia tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento nos muestra que uno de los medios que Dios utiliza con mayor frecuencia para comunicarse con los seres humanos son los sue os. Durante las horas de sue o, nuestras funciones biol gicas se desaceleran, el metabolismo disminuye y el aparato ps quico baja los mecanismos de defensa de la vigilia y su control sobre el inconsciente. Sigmund Freud comparaba el sue o con una ciudad de noche en la que hay menor cantidad de guardias controlando, y que nuestro inconsciente logra filtrarse al consciente a trav s de los sue os expres ndose en forma de im genes simb licas, utilizando para ello el material aportado por los recuerdos y las im genes del d a. Esa es una oportunidad especial que Dios aprovecha para hablarnos. Dios se manifiesta de noche principalmente a trav s de los sue os (aunque tambi n lo hace por otras v as); pero ellos tienen un lenguaje que debemos aprender y, para ello, tenemos que dejar que el Esp ritu Santo nos instruya para comprender los c digos de esta comunicaci n. Esta obra nos permite rescatar la s lida base b blica que presenta para afirmar que Dios nos habla a trav s de los sue os, la seriedad cient fica demostrada en el di logo con autores que han explorado el lugar que ocupan los sue os en la experiencia humana, la ayuda pr ctica para quienes est n dispuestos a escuchar lo que Dios quiere decirles a trav s de los sue os, un tema que no ha recibido mayor atenci n por parte de quienes profesamos la fe cristiana.