Ayn Rand (San Petersburgo, 1905 - Nueva York, 1982) es, sin lugar a dudas, una de las pensadoras m s relevantes del siglo XX. La solidez de sus ideas est presente a lo largo de toda su obra literaria, que supone uno de los m s brillantes an lisis que existen acerca del valor del hombre como un bien en s mismo. Sus novelas resultan inconfundibles por la realidad que incorporan sus protagonistas, individuos que rebasan por m ritos propios la categor a de personajes literarios.
Himno (Anthem) es su segundo libro publicado. Se trata de una novela corta publicada en 1938 que presenta la batalla de un hombre por sobrevivir en una sociedad que ha proscrito el pensamiento individual hasta olvidar su significado. En ella se apuntan temas que m s tarde desarrollar a en sus dos obras de plenitud: El Manantial y La Rebeli n de Atlas, con las que tiene en com n el concepto del hombre como un ser heroico, con su propia felicidad como el prop sito moral de su vida, con el logro productivo como su m s noble actividad y la raz n como su nico absoluto, en palabras de la propia autora. Dentro de mil a os se recordar un solo nombre del siglo XX por haber sido, en la forma m s sorprendente y positiva posible, el nico cerebro que tuvo un pensamiento filos fico original en este siglo: AYN RAND. Editorial del Los Angeles Times a la muerte de la autora. Edici n Biling e: Espa ol/Ingl s. Bilingual Edition English/SpanishAyn Rand (San Petersburgo, 1905 - Nueva York, 1982) es, sin lugar a dudas, una de las pensadoras m s relevantes del siglo XX. La solidez de sus ideas est presente a lo largo de toda su obra literaria, que supone uno de los m s brillantes an lisis que existen acerca del valor del hombre como un bien en s mismo. Sus novelas resultan inconfundibles por la realidad que incorporan sus protagonistas, individuos que rebasan por m ritos propios la categor a de personajes literarios.
Himno (Anthem) es su segundo libro publicado. Se trata de una novela corta publicada en 1938 que presenta la batalla de un hombre por sobrevivir en una sociedad que ha proscrito el pensamiento individual hasta olvidar su significado. En ella se apuntan temas que m s tarde desarrollar a en sus dos obras de plenitud: El Manantial y La Rebeli n de Atlas, con las que tiene en com n el concepto del hombre como un ser heroico, con su propia felicidad como el prop sito moral de su vida, con el logro productivo como su m s noble actividad y la raz n como su nico absoluto, en palabras de la propia autora. Dentro de mil a os se recordar un solo nombre del siglo XX por haber sido, en la forma m s sorprendente y positiva posible, el nico cerebro que tuvo un pensamiento filos fico original en este siglo: AYN RAND. Editorial del Los Angeles Times a la muerte de la autora.Fr d ric Bastiat (1801-1850) fue uno de los principales defensores del libre comercio en la Francia del siglo XIX, y su labor divulgativa goz en su momento de amplio reconocimiento en toda Europa. Como economista, su trabajo ha continuado siendo objeto de estudio, especialmente en Estados Unidos, y en los ltimos a os tambi n en Europa se viene observando una progresiva rehabilitaci n de la validez de sus escritos de econom a pol tica.
La Ley, la obra que se presenta en esta edici n, aborda otro aspecto fundamental de su ideario: la definici n de las atribuciones de la ley con respecto a la esfera de autonom a del individuo. Fue publicada en 1850, el a o en que termin de redactar sus Armon as Econ micas, y puede considerarse, a todos los efectos, como su testamento pol tico.
Recuerdos es la obra m s personal de Alexis de Tocqueville. Recoge sus impresiones, sus dudas y sus reflexiones privadas acerca de las personas con las que tuvo contacto a lo largo de su vida pol tica. No son unas memorias al uso, ni tampoco un relato hist rico en sentido estricto: Tocqueville escoge y caracteriza los hechos que considera m s relevantes para entender las circunstancias que condujeron hasta la Revoluci n Francesa de 1848, y retrata con lucidez y autoridad a los protagonistas de los acontecimientos que dieron forma a la Francia (y a la Europa) moderna.
El reinado de Luis Felipe de Orl ans hab a desembocado en la Revoluci n Francesa de 1848, que tuvo r plicas en pr cticamente todas las naciones europeas. Poco despu s, Luis Napole n, el futuro Napole n III, se hac a con el poder en las primeras elecciones celebradas bajo sufragio universal. Francia se encontraba ante un momento crucial cuya relevancia para el futuro Tocqueville comprendi mejor que ninguno de sus contempor neos, incluido Karl Marx, y su poco conocida etapa como Ministro de Asuntos Exteriores en el gobierno de Luis Napole n tuvo mucho que ver con ese discernimiento. El proceso que atravesaba Francia a lo largo de la primera mitad del siglo XIX ten a un origen indiscutible, la Revoluci n Francesa de 1789, pero segu a sin adivinarse su final, y la nica certeza proven a del modelo de sociedad aristocr tico que hab a desaparecido para siempre. Definir los rasgos de la sociedad que lo sustituir a es precisamente lo que Tocqueville intenta a lo largo de estas p ginas, fijando en primer lugar los hechos con tiento y con objetividad, consciente de vivir en una poca caracterizada por la confusi n. Testigo de excepci n de los entresijos del poder que estaba cambiando de manos a un ritmo vertiginoso, y consciente de los peligros impl citos en la deriva pol tica que estaba tomando su pa s, sus reflexiones suponen un valioso testimonio para cualquier sociedad obligada a construir un nuevo marco de convivencia perdurable en medio de una situaci n cambiante y desordenada. El de Tocqueville es un relato a la vez franco y emocionante de lo realmente ocurrido en aquellos turbulentos meses en Francia, pero la validez de sus pron sticos trasciende su poca y sus fronteras: toda naci n que ensaya la compleja s ntesis entre libertad e igualdad se ve, antes o despu s, enfrentada a los mismos dilemas.
Recuerdos no fue pensada para ser publicada; la obra, escrita a retazos durante un retiro temporal, pretend a servir para aclarar sus ideas tras su ef mero paso por el gobierno de Luis Napole n. En ninguna otra obra podemos reconocer de manera m s n tida la personalidad del autor, que escribe en esta ocasi n con la libertad propia de la reflexi n ntima, hablando sobre sus contempor neos y sobre s mismo con cercan a y sinceridad.
Recuerdos se presenta aqu en una traducci n basada en la edici n francesa de Calmann L vy de 1893. Incluye los comentarios que Tocqueville escribi en el manuscrito, las variantes del texto, que fue cercenado en un primer momento siguiendo las instrucciones del propio Tocqueville para salvaguardar el honor de los aludidos en la obra, y tambi n las correcciones y notas a adidas por el editor. Se han a adido tambi n abundantes im genes que contribuyen a complementar las descripciones del autor. Por ltimo, se incluye, adem s de los cuatro ap ndices originales de la obra, una intervenci n de Victor Hugo en la Asamblea Nacional en la que debate la postura de Tocqueville respecto a la expedici n a Roma, uno de los incidentes m s comprometidos de su breve ministerio.