Cuando tomamos el pastorado de Puerta del Cielo, mi esposa Mayra y su servidor, el pastor Milton Valle; teníamos la inquietud de levantar una iglesia debidamente entrenada. Sabíamos que la única manera de tener una iglesia pujante y creciente era entrenando a otros.
Han pasado ya varios años y Dios nos ha entregado una iglesia creciente, con una unción fresca y con mentores y un liderazgo poderoso, que se ha dejado formar, entrenar y capacitar.
Usted tiene el privilegio de tener en sus manos un material que nos costó años recopilar, por ende, permítanos formarle y entrenarle para hacer de usted un discípulo. El ir al retiro espiritual es bueno y poderoso, pero no es suficiente. Eso es solo la primera parte de lo que Jesús quiere hacer en usted. Ahora hay que desatarlo de muchos aspectos más en su vida y también entrenarle para que sea un obrero aprobado, que conoce bien la Palabra de verdad.
Para llegar a la cima de la montaña, se empieza con un solo paso, y éste es su primero de siete niveles, no se detenga hasta terminar toda la LIGA DE CAMPEONES.