Mesopotamia ocupaba en la antig edad aproximadamente el territorio del Irak actual. Durante siglos el Occidente europeo tan solo la conoci indirectamente a trav s de las referencias de la Biblia y de algunos autores cl sicos: solo en el siglo XIX entr en contacto directo con ella gracias a la labor de arque logos heroicos que acertaron a sacar de su subsuelo no solo restos de ciudades y edificios y una estatuaria deslumbrante que evocaban un pasado esplendoroso, sino cientos de miles de tablillas de barro cargadas de signos aparentemente cabal sticos que, tras la haza a de los pioneros de la interpretaci n de la escritura cuneiforme, nos revelaron una civilizaci n apasionante. Para muchos la llamada Epopeya de G lgamesh sigue siendo la "joya" de la redescubierta literatura mesopot mica.