Sé considerado con los demás. Antes de hacer algo,
piensa en sus necesidades y deseos. Relaciónate con
los demás tranquila, amablemente, de un modo que les
satisfaga, por supuesto siempre y cuando sea moral. Pero
dentro de tus posibilidades y de lo que es correcto, haz
feliz a los que te rodean. Piensa en lo que quieren y necesitan.
Libérate del veneno de juzgar a los demás. Las personas
son como un gran burbuja. Han experimentado la
vida durante muchos años antes de que tú les conocieras.
Tu burbuja choca con su burbuja, estás con ellos
unos minutos, unos días, y en base a esto tiendes a asumir
que sabes lo que son. En realidad, a no ser que puedas
leer su mente, no tienes ni idea de lo que es o siente
cualquiera de ellas. Realmente no tienes clave alguna
para saber por qué hacen lo que hacen. No tienes ni
idea de lo que les sucedió esta mañana en su casa, o
en su meditación. No los juzgues".