Lady Francesca Haughston hab a renunciado al romanticismo y, en su lugar, encontraba la pasi n logrando matrimonios deseables para otras personas. As pues, al enterarse de que a os atr s la hab an enga ado para que rompiera su compromiso matrimonial con Sinclair, el duque de Rochford, le pareci justo que ahora ella lo ayudara a encontrar la esposa perfecta.
Francesca estaba segura de que la chispa de la pasi n se hab a apagado entre ellos mucho tiempo atr s; sobre todo, teniendo en cuenta el modo en que ella lo hab a tratado. Las miradas de Sinclair, o c mo de repente la tomaba entre sus brazos... bueno, eso s lo era un ensayo para el momento en que una mujer m s joven y adecuada captara su inter s. Sin embargo, a Francesca pronto comenzaron a parecerle escandalosas las lecciones de amor del duque, y se dio cuenta de que la tentaci n pod a ponerlos en peligro a los dos.
La nueva socia comercial de lord Thorpe no era en absoluto como l hab a esperado. Hermosa y descarada, Alexandra Ward era tambi n el vivo retrato de una mujer a la que se cre a muerta desde hac a tiempo.
Reci n llegada de Am rica, Alexandra encontr en Londres un mundo nuevo, extra o y lleno de peligro. Su aparici n en p blico, del brazo de lord Thorpe, conmocion a la sociedad londinense y dio pie a murmuraciones. Era una farsante, que ambicionaba la fortuna de la fallecida, o una inocente atrapada en circunstancias que no comprend a?
Alguien conoc a la verdad. Alguien que no deseaba que Alexandra supiera demasiado. Y solo lord Thorpe pod a ayudarla, pero a qu precio?
Ya no era una jovencita, y adem s no ten a dote. As pues, la se orita Constance Woodley no entend a por qu hab a despertado el inter s de una de las m s respetadas damas de la alta sociedad de Londres. Sin embargo, con la ayuda de su benefactora, se transform en una fascinante criatura que llam la atenci n del guap simo, encantador y ligeramente calavera lord Dominic Leighton. Y, ante la mirada de asombro de todo Londres, la don nadie y el vizconde libertino demostraron que, incluso en el cruel mercado del matrimonio, cuando el amor estaba en juego, todas las apuestas eran v lidas...
Candace Camp nos ofrece una encantadora historia que har las delicias de sus lectores.
Publishers Weekly
Lady Irene Wyngate jur que nunca se casar a, y hab a mantenido a los pretendientes a raya con su afilada lengua. Sin embargo, se top un hombre al que no pudo asustar: Gideon, el heredero del conde de Radbourne. De ni o, Gideon fue secuestrado, y se cri en las duras calles de Londres. Y, aunque finalmente volvi con su familia, se sent a m s c modo en los antros de juego que en los majestuosos salones de baile de la alta sociedad.
A Irene no le atra a Gideon, o eso le dec a a la casamentera Francesca Haughston cuando la dama le pidi ayuda para que lo volviera civilizado, de modo que pudiera encontrarle una prometida. Despu s de todo, l era un verdadero p caro con un pasado dudoso; aunque Irene deb a admitir que era un p caro muy guapo. Sin embargo, a medida que ella comenzaba a caer en las redes del amor, salieron a la luz antiguos secretos familiares que tendr an consecuencias abrumadoras para los reacios amantes.
A Lilah Holcutt le disgust Constantine Moreland desde el primer momento en que lo vio. Tal vez fuera guapo, pero tambi n fr volo, brusco, impulsivo y, lo peor de todo, un libertino. Pero, cuando el hermano gemelo de Con se cas con la mejor amiga de Lilah, ella empez a verlo m s de lo que le habr a gustado. Y, cuando las hermanas de Con sufrieron un misterioso secuestro, la propia curiosidad y terquedad de Lilah terminaron por imponerse, de manera que se encontr comprometida a fondo con la investigaci n de Con. Con sab a que Lilah lo odiaba. Solo le habr a gustado que no hubiera sido tan terriblemente hermosa, para no verse as tan atra do por ella. Sobre todo desde que empezaron a trabajar juntos en la resoluci n del secuestro, una aventura que los llev al singular hogar de la infancia de Lilah, Barrow House, situado en una antigua zona de pantanos y con un fantasmal jard n laberinto. Cuanto m s se conoc an Lilah y Con, m s convencidos se mostraban de que las respuestas yac an profundamente enterradas en Barrow House: respuestas a un misterio m s oscuro de lo que cualquiera de ellos habr a podido sospechar jam s.
Cuando un misterioso caballero apareci ante su puerta, Alex Moreland se qued estupefacto al descubrir que aquel desconocido no era un caballero, sino una hermosa dama disfrazada de hombre y muy necesitada de ayuda. La mujer no recordaba nada, excepto su nombre, Sabrina, y las nicas pistas que ten a para averiguar su identidad eran el contenido de sus bolsillos: un pa uelo, un reloj de bolsillo, un saquito de cuero, un pedazo de papel y un anillo de oro.
Sabrina estaba segura de que estaba huyendo de alguien, o de algo, c mo explicar si no los moratones de su rostro y la omnipresente sensaci n de miedo que la acompa aba? Tambi n ten a la certeza de que Alex pod a ayudarla, y no pod a negar las chispas de atracci n que saltaban entre ellos. Juntos decidieron viajar al campo para resolver el misterio antes de que aquello de lo que Sabrina estaba huyendo consiguiera atraparla.
Thisbe Moreland estaba acostumbrada a que los hombres no la tomaran en serio. Como científica, solía ser la única mujer participante en conferencias y reuniones, siendo su presencia recibida con desprecio y mofa. De modo que fue una agradable sorpresa poder sentarse al lado de un atractivo joven que, además, estaba interesado en mantener una conversación sobre ciencia.
Desmond Harrison no podía creer su buena suerte cuando le tocó sentarse junto a Thisbe, inteligente e impresionantemente hermosa. Desde el principio anheló volver a verla. Sin embargo, se avergonzaba de su baja cuna, por no mencionar su trabajo a las órdenes del infame profesor Gordon, antiguamente reputado científico que había abrazado el espiritismo y había pasado a ser profundamente despreciado.
Cuando el profesor Gordon le pidió a Desmond que recuperase algo para él, un antiguo objeto conocido por poseer un terrible poder, llamado El ojo de Annie Blue, Desmond comprendió que solo Thisbe poseía la clave. Desmond iba a tener que elegir entre su amor por Thisbe y la lealtad hacia su mentor. De su elección podría depender el futuro de la humanidad.
Una vez m s, Candace Camp ha creado un gil argumento salpicado por un chispeante conflicto entre familia, amantes y enemigos.
Publishers weekly acerca de Un hombre peligroso
Candace Camp es una de las grandes damas de la novela rom ntica hist rica. Con su gil estilo nos traslada f cilmente a otras pocas y lugares
Juliana Holcott hab a sufrido el desd n de cuantos la rodeaban, salvo de una persona: Nicholas Barre, el heredero hu rfano de la casa solariega donde pas su ni ez. Cuando Nick, un joven rebelde e intr pido, abandon su hogar, Juliana tuvo que valerse por s misma. Forzada a buscar colocaci n como dama de compa a, se hab a resignado a una vida de solitaria independencia hasta que, en el transcurso de un baile, las inocentes atenciones de Nick hicieron que perdiera su empleo. Nick le ofreci entonces la nica compensaci n que estaba a su alcance: un matrimonio de conveniencia. Juliana se propuso demostrarle que era capaz de sentir el amor que ambos merec an. Pero, cuando un invitado a su boda apareci muerto, tuvieron que embarcarse juntos en una empresa mucho m s apremiante: la investigaci n de un asesinato. Arruinar a la ambici n y la crueldad de un solo hombre su oportunidad de ser felices... o el amor vencer a todos los obst culos?
Candace Camp sabe c mo llegar al coraz n de sus lectores.
Romantic Times
Lo recomiendo? Por supuesto, me ha sorprendido mucho esta autora. Y espero que el pr ximo que lea sea igual o mejor. Lo tiene todo: intriga, celos, tristezas, mucha pasi n y lo mejor... much simo amor. A m me dej una sonrisa de lado a lado cuando me lo termin . Si eres de las que te gustan los libros de poca, que te diviertan y pases un maravilloso rato, sin duda aqu est . El rinc n rom nticoLa nueva socia comercial de lord Thorpe no era en absoluto como l hab a esperado. Hermosa y descarada, Alexandra Ward era tambi n el vivo retrato de una mujer a la que se cre a muerta desde hac a tiempo.
Reci n llegada de Am rica, Alexandra encontr en Londres un mundo nuevo, extra o y lleno de peligro. Su aparici n en p blico, del brazo de lord Thorpe, conmocion a la sociedad londinense y dio pie a murmuraciones. Era una farsante, que ambicionaba la fortuna de la fallecida, o una inocente atrapada en circunstancias que no comprend a?
Alguien conoc a la verdad. Alguien que no deseaba que Alexandra supiera demasiado. Y solo lord Thorpe pod a ayudarla, pero a qu precio?